UN MAL MAYOR: EL RACISMO EN EL PERÚ
Por: Erica Paola Cóndor Silva
En la perspectiva de aproximarnos
a los elementos y expresiones del racismo en el Perú, en las siguientes líneas,
recogemos el resultado de una entrevista realizada a una persona que ha
recorrido Latinoamérica y que conoce el Perú. Se trata del abogado Sanmarquino,
Eddie Cóndor Chuquiruna, quien desde su visión de hombre de Derecho y basado en
su experiencia profesional, al haber trabajado más de 15 años en Comisión
Andina de Juristas, nos ayuda a comprender este fenómeno al que él llama un mal
mayor de nuestros tiempos.
¿Cuando hablamos de racismo, a qué alude el término?
“Definir el racismo es proceso en
construcción.
Es un sentimiento o comportamiento
que consiste en la exacerbación o defensa del sentido racial de un grupo
étnico. Esta situación suele darse en menosprecio de otro grupo y supone una
forma de discriminación. Las actitudes, valores y sistemas racistas establecen,
abierta o veladamente, un orden jerárquico entre los grupos étnicos o raciales,
utilizado para justificar los privilegios o ventajas de las que goza el grupo
dominante.
El racismo puede estar vinculado a
otras manifestaciones de odio, como la xenofobia (la hostilidad hacia los
extranjeros), el antisemitismo (la persecución de los judíos) o la homofobia
(el ataque a los homosexuales), etc...
Si lo tomamos como un fenómeno
resultante de vincular rasgos biológicos, genéticos o físicos al carácter moral
o intelectual de un grupo, podemos decir entonces que el racismo es un hecho
relativamente nuevo, relacionado sobretodo con el colonialismo.”
¿Cuál cree usted es la situación actual del racismo en el Perú?
“Es latente, está presente en todos
los ámbitos sociales, es estructural: en las escuelas, colegios, medios de
comunicación (radio, televisión, periódicos), hogares; pero lo más terrible es
que está muy enraizado en la estructura mental de gran parte de los peruanos.
No reconocerlo, es como pretender tapar el sol con un dedo.
Le doy dos ejemplos, sobre lo que
quiero decir, para una mejor comprensión:
Primero: por un lado nos deshacemos
en elogios y suspiros por la inigualable mezcla de sabores de la gastronomía
peruana, por el otro nos cuesta aceptar el mestizaje cultural, me refiero a la
coexistencia de diversas culturas, en nuestro país y sucumbimos ante prácticas
absurdas como la discriminación racial. El barómetro realizado por el Grupo de
Opinión Pública de la Universidad de Lima, en el 2009, arrojó una
contradicción: el 76,5% de los encuestados considera que los peruanos somos
racistas, pero solo el 11,2% se reconoce como tal.
Segundo: Ocurrió también en el 2009, cuando el
presidente Alan García, en una lamentable muestra de lo asentado que se
encuentra el racismo en el imaginario social de un país, estableció una
diferenciación entre ciudadanos de primera y segunda clase; al lanzar una
severa advertencia a los nativos amazónicos ante la ola de protestas y bloqueos
de carreteras que protagonizaban en defensa de lo que ellos consideraban su
territorio. “Ya está bueno, estas personas no tienen corona, no son ciudadanos
de primera clase que puedan decirnos 400 mil nativos a 28 millones de peruanos
tú no tienes derecho de venir por aquí, de ninguna manera, eso es un error
gravísimo y quien piense de esa manera quiere llevarnos a la irracionalidad y
al retroceso primitivo”. El que las haya dicho delante de los micrófonos de los
periodistas resultó un agravante.“
¿Es un problema de índole cultural, es algo que se va aprendiendo
desde muy niños?
“Así es. Obedece a un proceso
cultural que se va adquiriendo de modo hasta inconsciente, pero también
consciente, que lo cuestionable; pues hay que reconocerlo que en el Perú hay
quienes fomentan de modo permanente el racismo. Basta citar, programas televisivos
como “la paisana Jacinta”.
Está tan arraigado entre los
peruanos, el racismo, que lo hemos naturalizado al punto de volverlo un mal
hábito. Nos parece normal “cholear” al microbusero que nos cierra el paso o
mirar de reojo -mientras protegemos nuestros bolsillos (o carteras)- al afrodescendiente
que camina detrás, como si la ineptitud o la delincuencia fueran defectos
asociados al color de la piel o el lugar de origen de las personas.
Toca decir además que, por existir
prácticas de racismo en el Perú producto de un proceso cultural, son muy pocos
los que confrontan esa situación, desde sus esferas personales, profesionales o
institucionales; pese a ser una de las causas de retraso y subdesarrollo de nuestro país. En ese
sentido, la agenda nacional, en el proceso educativo, aun no termina de
comprender la magnitud del problema.”
¿Cree que las personas de procedencia andina son las más vulnerables
y en mayor medidas discriminadas por su raza en el Perú?
“Sí, pero en este caso no es una
discriminación por su raza, es por su lugar de origen, fundamentalmente. Y es
que en el Perú del sigo XXI, ser andino es aun un motivo de discriminación;
olvidando que si alguna vez nuestro país se hizo grande, fue gracias a la
cultura andina. Basta mirar a los Incas y todas las culturas prehispánicas y su
gran legado.
No hay que perder de vista,
además, que la categoría gramatical “raza” es una creación de la sociología,
para justificar algunas situaciones de desigualdad y discriminación.”
¿Qué hay de los registros de las estadísticas: es el Perú uno de los
países que más registra actos de racismo?
“No hay datos estadísticos, porque
el Estado poco o nada hace frente a este fenómeno; pero vayamos a las calles,
al campo y veamos lo que ocurre. Ciudades como Lima, son un excelente
termómetro de lo que ocurre en el país. El emporio comercial de Gamarra, en la
Vitoria, puede dar testimonio de que hay un fenómeno social, vigente que marca
y divide a las personas. Todos saben lo que es Gamarra y lo usan, pero no lo
terminan de aceptar.”
¿Qué hay de la conducta funcional del Congreso de la República?,
¿qué leyes amparan y protegen a los ciudadanos en contra del racismo?
“La existencia o no de racismo en
nuestro país, no pasa por si hay o no leyes que nos protejan. Es un fenómeno,
negativo en nuestra sociedad, pero de orden cultural. Las leyes, por si solas
resultan insuficientes si es que no cuentan con los mecanismos para su
cumplimiento.
No obstante lo anterior, en
nuestro caso hay una legislación frondosa, pero que no se cumple. Cito algunas
de estas normas: en primer lugar todas las normas internacionales de proyección
de derechos humanos, que por ser el Estado peruano signatario de las mismas,
forman parte del derecho interno. Luego está la norma constitucional (Constitución
de 2003), que reconoce que “Toda persona
tiene derecho a la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo
de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de
cualquiera otra índole” (Artículo 2, inciso 2). Tenemos también normas
específicas como la Ley General de Salud N° 26 842, la Ley de Protección al
Consumidor, etc… Hasta tenemos un tipo
penal, en nuestro Código, el relativo al delito de discriminación, tipificado
en el artículo 323º: “El que, por sí o mediante terceros,
discrimina a una o más personas o grupo de personas, o incita o promueve en
forma pública actos discriminatorios, por motivo racial, religioso, sexual, de
factor genético, filiación, edad, discapacidad, idioma, identidad étnica y
cultural, indumentaria, opinión política o de cualquier índole, o condición
económica, con el objeto de anular o menoscabar el reconocimiento, goce o
ejercicio de los derechos de la persona, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos años, ni mayor de tres o con prestación de servicios a
la comunidad de sesenta a ciento veinte jornadas."”
¿Cree que hay discriminación racial en el ámbito laboral en el Perú?
“Por supuesto, lo hemos señalado.
La discriminación es estructural en nuestro país, y pese a que el Estado y sus
instituciones dice combatirla la realidad se impone. Una cosa es lo que
establecen las normas y otra es lo que constatamos existe en la realidad.
En la línea de lo anterior, en las
grandes ciudades, sobre todo, como Lima, si no tienes “buena presencia”
imposible que accedas a un puesto de trabajo en centros comerciales como el
Jockey Plaza o Plaza San Miguel, etc. En el mundo de los bancos ocurre lo
propio.
El Perú es un país en el que gran
parte de las relaciones humanas, sociales, están basadas en estereotipos.
Vivimos en un mundo de alienación.”
¿Por qué cree que hay pocas denuncias de las personas que han
sufrido discriminación racial alguna vez?
“Me atrevería a dar dos razones,
pero aclaro que pueden haber más: Primero, es por desconocimiento de sus
derechos y segundo, porque hay una resistencia social a acudir a las
instituciones públicas, del Estado, por lo ineficientes que resultan al momento
de proteger los derechos de las personas.”
Finalmente abogado Cóndor: ¿Cuál es la solución a este problema, a
lo mejor que las ONGs complementen la labor del Estado al promover campañas en
contra del racismo?
“El Estado no interviene,
mayormente, en países como Perú, en la solución de este tipo de males mayores
de nuestros tiempos. En ese sentido, toca a los movimientos sociales, a las
formas de organización social que existan en nuestros estados, como las ONGs
por ejemplo, y a los esfuerzos individuales, visibilizar lo pernicioso que
resulta para el desarrollo de un país, la vulneración derechos cuando existen y
persisten prácticas de discriminación.
Por lo anterior, lo que Usted
señala en su pregunta, tiene sentido. Pese a ser mal entendidas y a veces hasta
maltratadas las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) son las que le van poniendo
agenda a los Estados, respecto a determinados temas. La atención del problema
de la discriminación y el racismo es uno de esos casos. Por ello saludo, a
instituciones como La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, APRODE y a
esfuerzos personales como de Wilfredo Ardito Vega, quienes han puesto en el
tapete del debate nacional este problema.
En conclusión, hay mucho por hacer
y la felicito Erica, por sugerir este tema para su trabajo en el marco de su
proceso formativo en iSIL.”
Muchas gracias abogado Cóndor
Chuquiruna, seguiremos investigando y estoy segura que nos volveremos a
encontrar en la atención de esta agenda social pendiente. Gracias por sus
aportes y la oportunidad de conocer más del tema.
Entrevista fue
concedida, vía correo electrónico, en la medida que Eddie Cóndor Chuquiruna,
radica en Bolivia, desde diciembre de 2011, donde es el representante de
Comisión Andina de Juristas.
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